Canciones:
01 - La Tristeza > letra 02 - Bel Amour 3. Elegía > letra 04 - Romaria 05 - Signore delle Cime 06 - Non Potho Reposare 07 - Mantra de L'Adéu 08 - Dido's Lament 09 - Negra Sombra 10 - Árvoles Lloran por Lluvias 11 - La Muerte cuando esperas Vida 12 - Anima Morta 13 - Tanto Tiempo
1. La Tristeza La tristeza me abraza el alma y penetra por mis sentidos. Se fue calma, solo queda llorar. Te despides y es para siempre. No sé cómo vivir sin verte. Quédate un poco, no te vayas, quédate. Llorar y volver a llorar. Hasta que ya no quede pena. No veo a nadie, no hago nada más que... llorar Transparente vas, en silencio. Yo soñando con tu mirada. Tú te disuelves, yo en la pena: oscuridad.
«La música de esta canción está inspirada en un Stabat Mater napolitano antiquísimo. Escribí la letra desde mis propias experiencias de duelo. La voz que canta conmigo es la de mi querida Gabriela Ahumada.»
3. Elegía (En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto como del rayo Ramón Sijé, a quien tanto quería.) Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma, tan temprano. Alimentando lluvias, caracolas y órganos mi dolor sin instrumento. a las desalentadas amapolas daré tu corazón por alimento. Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento. Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado. No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida. Ando sobre rastrojos de difuntos, y sin calor de nadie y sin consuelo voy de mi corazón a mis asuntos. Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano madrugó la madrugada, temprano estás rodando por el suelo. No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada. En mis manos levanto una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes sedienta de catástrofes y hambrienta. Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte a dentelladas secas y calientes. Quiero minar la tierra hasta encontrarte y besarte la noble calavera y desamordazarte y regresarte. Volverás a mi huerto y a mi higuera: por los altos andamios de las flores pajareará tu alma colmenera de angelicales ceras y labores. Volverás al arrullo de las rejas de los enamorados labradores. Alegrarás la sombra de mis cejas, y tu sangre se irán a cada lado disputando tu novia y las abejas. Tu corazón, ya terciopelo ajado, llama a un campo de almendras espumosas mi avariciosa voz de enamorado. A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero. Letra: Miguel Hernández Música: Joan Manel Serrat
Cuando mi padre murió yo tenía 15 años. Pensé que nunca podría volver a ser feliz. Canté esta canción cien mil veces. Definía exactamente todo lo que yo sentía. Forma parte de mi vida.