Doy las gracias por haber tocado y cantado con el corazón a:
Eduard Iniesta: mandola, tzouràs, banglamàs, saz, bouzuqui,
Roman Gottwald: acordeón, sierra, glockenspield,
Pep Pascual: saxo, y otros instrumentos de viento,
Antonio Sanchez: percusiones,
Igor Cortadellas: oboe, corno inglés,
Carlos Estruch: Tuba,
Mamá landá Mundé: voces de mujeres.
Dirección musical, Eduard Iniesta.
Idea y producción, Rosa Zaragoza. el concierto.
Idea original y voz: Rosa Zaragoza
Canciones:
1. OM 2. Rumbita del sano amor > letra 3. A la luz de la risa de las mujeres > letra 4. Dulce cuerpo 5. Ilumina 6. Canto carnático 7. Magnificat 8. Letanías de la madre 9. Perdona 10. Nada te turbe 11. Sangre de vida 12. Baga Biga Higa 13. Los hombres que tanto nos gustan 14. Mi vientre 15. Recursos para el estrés
2. Rumbita del sano amor Ya te quiero yo, mi amor, mi niña. Ya te quiero yo, mi vida, mi amor, me tienes a mi, siempre contigo metidita aquí en el corazón. Si un hombre se enamora de mi persona eso no significa que me vaya con él, yo ya no me estreso por no tener novio si un día aparece, pues mira qué bien. Ya te quiero yo, mi amor, mi niña… No quiero que me quiera más que a nada en el mundo, tampoco que no pueda vivir sin mi. Yo prefiero ser la mujer de mis sueños, creo que esta vida es para ser feliz. Ya te quiero yo, mi amor, mi niña… Para toda la vida ya seremos una, gozando de todo y padeciendo también, tu no te preocupes si se pone negro, para eso estoy yo, pa cuidarte muy bien. Reír como una niña o como una vieja que no les da vergüenza reír por reír y tener muy claro cual es mi deseo y con quién lo voy a compartir.
3. A la luz de la risa de las mujeres Canto a las mujeres, que como las lobas bailan y aúllan a la luna. Juntas y salvajes van por las montañas, Van en libertad y son hermanas. Recogiendo todos los logros de nuestras antepasadas,, continuando con conciencia y usando nuevas palabras. Es el momento de alcanzar los sueños, es hora de regalarnos risas, de esas que nacen de muy adentro y que se expanden a toda prisa. Y que rían con nosotras los nuevos hombres del mundo que se inventan, como nosotras, para poder andar juntos. Sentimos lo sagrado habitando nuestro cuerpo, que es el cuerpo de la tierra misma. En cada fase de nuestros ciclos abrazamos con amor la vida. Y que vivan con nosotras los nuevos hombres del mundo que se inventan, como nosotras, para poder sembrar juntos.